El pueblo hebreo tenía pocas disposiciones para las artes plásticas pero un gran talento para la poesía y sobretodo la música, que se distinguía por su carácter eminentemente religioso. Recordemos que David, rey de Israel, era siempre representado con un arpa en las manos, y Salomón, su sucesor. autor del libro “El Cantar de Los Cantares”, era un gran músico. Sus sagradas escrituras están llenas de referencias musicales. Siendo el pueblo judío muy tradicionalista, ha sabido conservar el sello oriental de su música a pesar de su dispersión por el mundo.
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